"El que se humille será enaltecido" Lc 14, 7-14. Y no se trata de una humillación ofensiva sino de un abajarse y no inflarse con la gloria vana de mundo para ante todo ser servidor de todos como Cristo no enseñó.
"El que se humille será enaltecido" Lc 14, 7-14. Y no se trata de una humillación ofensiva sino de un abajarse y no inflarse con la gloria vana de mundo para ante todo ser servidor de todos como Cristo no enseñó.
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