martes, 30 de agosto de 2011

MENSAJE DEL PÁRROCO

¿Por dónde empezar?
Hace unas semanas y como accidentalmente alguien me sugirió dar a nuestro año pastoral, que comenzamos en septiembre un punto de referencia, para concentrar en él nuestra atención en las diversas actividades pastorales de la parroquia. Es obvio que todo tenemos que trabajar unidos bajo un mismo ideal y hacia una misma meta.

Uno de los objetivos en nuestro plan pastoral es “fomentar la comunión entre toda la población parroquial”. Por otra parte, vemos que a nivel social por distintas razones se van marcando más diferencias: entre jóvenes y adultos, entre pobres y ricos, entre clero y pueblo; más diferencias porque el ambiente de nuestra ciudad y del país es más tenso: por la inseguridad, el desempleo, la pobreza, las ideologías.
                                                       
Y la verdad es que si esto no lo conseguimos a nivel parroquial, nuestra labor es casi nula, porque Jesús nos dijo: “Sean uno para que el mundo crea que yo soy el enviado”. Si nuestra labor evangelizadora, en cualquiera de sus formas, que es el empeño de nuestra Diócesis, ha de prosperar, necesitamos, por tanto, la base de la unidad y la comunión entre quienes evangelizamos o son el respaldo  de la evangelización.

Por ello, qué tal si nos proponemos trabajar por todos los medios posibles en la UNIDAD entre todos los miembros de nuestra comunidad parroquial: en la iglesia, en las colonias, en las calles, en las familias, donde quiera que nos encontremos unos con otros. Por ello, quiera proponer como lema e inspiración de nuestra labor pastoral y vivencial de este año: “Sean uno para que el mundo crea”.

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