MONICIONES PARA EL CORPUS CHRISTI

-         Solemnidad de Corpus Christi -

Monición de entrada

Paz y bien. Al celebrar esta fiesta solemne del Cuerpo de Cristo sacramentado, la Iglesia se une para dar gracias a Dios por este sacramento admirable, que ha dado tantos frutos de santidad, que ha llenado de gozo, de paz y de amor tantos corazones. Que nuestra Eucaristía sea nuestro sincero homenaje de agradecimiento por este sacramento inefable que nos une y nos renueva en el amor de Dios y de los hermanos. Hoy es el día de los Ministros Extraordinarios de la Eucaristía, por ello los tendremos presentes en la Misa para que el Señor les dé la gracia de ser fieles administradores de este gran misterio de vida y amor.

Monición a la primera lectura- Dt 8, 2-3.14-16

Nos recuerda la primera lectura el signo del maná como preludio de este alimento que nos dio el Señor al dejarnos el banquete de la Eucaristía.

Monición al salmo 147

Proclamemos con este salmo la providencia admirable de Dios, que de diversas formas, incluso el alimento corporal, cuida de nosotros.

Monición a la segunda lectura- I Cor 10, 16-17

Nos recuerda san Pablo que la Eucaristía nos da la oportunidad de tener comunión con Cristo y con todos los que somos miembros de su Cuerpo eclesial.

Monición a la Secuencia

Escuchemos ahora este himno a la Eucaristía, que llamamos Secuencia, escrito por Santo Tomás de Aquino, en el que nos describe con la profundidad de su sabiduría espiritual este gran misterio.

Monición al evangelio – Jn 6, 51-58

Nos explica el pasaje evangélico la riqueza de vida eterna que nos comunica la comunión del cuerpo de Cristo, comer el pan vivo bajado del cielo. Escuchemos.

PRECES DE LOS FIELES

Sacerdote: Conscientes de la necesidad que tenemos de corresponder adecuadamente a este gran misterio de gracia, que es la Eucaristía, dirijamos con fe nuestras intenciones a Dios

 Respuesta: Danos siempre de tu pan, Señor.

-Por la santa Iglesia, por sus ministros, para que sean fieles administradores de la gracia de Dios en la Eucaristía. Oremos.

-Por los que dirigen los destinos de los pueblos, para que sean celosos de administrar a sus pueblos la abundante riqueza de los bienes de la tierra. Oremos.

-Por todos los que sufren hambre de alimento, de amor, de compañía, de salud de cuerpo o de alma, para que Dios se haga presente en sus vidas, llenando sus corazones de paz y felicidad. Oremos.

-Por los ministros extraordinarios de la eucaristía, para que sean fieles en su ministerio y lleven a los enfermos el consuelo, la fuerza y la gracia de Cristo sacramentado. Oremos.

-Por nuestra parroquia, para que la celebración de la Eucaristía, sea una exigencia continua de vivir unidos como cuerpo místico de Cristo. Oremos.

Sacerdote: Acoge en tu bondad estos deseos y oraciones para que todos y cada uno de nosotros tengamos la vida abundante que tu Hijo Jesucristo nos ha dejado en este sacramento inefable.

Monición de envío: Alimentados con el cuerpo del Señor, signo sacramental de su vida divina, volvamos a la nuestra con el deseo de alimentar también con nuestro amor y solicitud a quienes nos puedan necesitar.

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