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DOMINGO IV DE PASCUA – EL BUEN PASTOR AMBIENTACIÓN GENERAL Paz y bien. En este ambiente gozoso de Pascua, la liturgia de hoy nos invita a considerar la imagen de Jesús como el Buen pastor, que nos ha amado de tal forma que ha dado su vida por cada uno de nosotros. Es la imagen entrañable de Cristo, cargando a la oveja perdida sobre sus hombros. Ello nos invita también a la confianza en medio de nuestras fallas y debilidades. Que esta imagen del Buen Pastor inspire a nuestra familias por las que queremos hacer oración especialmente los primeros domingos de mes. Nos disponemos a participar activamente en la Misa. MONICIÓN A LA 1ª LECTURA – HECHOS 4, 8-12 En este breve pasaje de los Hechos de los Apóstoles se nos ofrece un caudal de razones para confiar plenamente en Jesucristo, el único por quien podemos tener la salvación y la vida. Escuchemos. Salmo 117 Este salmo, al mismo tiempo que nos invita a proclamar a Cristo como a nuestro salvador, también nos invita a dar gracias a Dios por tan admirable obra. MONICIÓN A LA 2ª LECTURA – I JUAN 3, 1-2 ¿Qué consecuencias tiene y ha de tener en nosotros el amor de Dios? Nos lo enseña con breves palabras la segunda lectura de una carta de san Juan. EVANGELIO – JUAN 10, 11-18 Escuchemos con atención la descripción que nos hace el evangelio de la persona de Jesús como el buen Pastor que nos ama hasta el extremo. PRECES DE LOS FIELES Sacerdote: Con toda la confianza que nos da saber que Dios nos ama tanto, expresémosle nuestras necesidades. Respuesta a cada petición: Padre, escúchanos. -Por la Iglesia, para que sea fiel a la imagen y ejemplo de Cristo buen Pastor en el servicio a todos sus fieles y hombres de buena voluntad. Oremos. -Por los gobiernos del mundo entero, para que sepan guiar a sus ciudadanos con responsabilidad y justicia en las circunstancias presentes. Oremos. -Por los más necesitados de nuestra sociedad, por todos los que van por la vida como ovejas descarriadas, que encuentren en Jesús, buen Pastor, acogida y seguridad. Oremos. -Por nuestras familias, para que en ellas sepamos encarnar el cariño y la solicitud amorosa de Cristo el buen pastor. Oremos. -Por todos nosotros, para que en las circunstancias presentes sepamos actuar con responsabilidad y con solidaridad hacia quienes nos necesiten. Oremos. Sacerdote: Acoge, Padre, estas intenciones que con confianza ponemos ante ti y haz posible entre nosotros todo lo bueno que quieres para nosotros. Por Cristo nuestro Señor. Monición de envío Después de experimentar espiritualmente el amor de Dios en esta celebración eucarística, vayamos gozosos a nuestra vida, sintiendo la responsabilidad de hacer presente la solicitud amorosa de Cristo, el buen Pastor, hacia quienes viven en nuestra familia y hacia los más necesitados de nuestra sociedad.

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